Jolanta Jarczewska, presidenta y fundadora de F.R.A.A.: “Hay que integrarse con todos, sea extranjero, español, pobre o rico”
Su asociación defiende los derechos de los residentes extranjeros en Marbella
Javier Amiguetti / La Tribuna
Jolanta Jarczewska llegó a Marbella invitada por Pilar Banús en 1976 y a partir de la década de los 80 se instaló en el término municipal junto a su familia tras comprobar que Marbella no es sólo un lugar para pasar las vacaciones.Tras recorrer medio mundo y hablar nueve idiomas, esta mujer internacional con nombre polaco y de origen belga, fundó en 1999 The Foreign Residents’ Association of Andalucía (F.R.A.A.), fundación que actualmente preside y que mantiene contacto con más de 500 personas comprometidas para mejorar las condiciones de vida de los residentes extranjeros en la Costa del Sol y su integración en Marbella.
Su asociación nació por vocación. Desde pequeña, Jarczewska quiso ser juez por “defender los derechos de los extranjeros” y favorecer su adaptación en el entorno andaluz incluyendo la cultura, la pluralidad de costumbres, el respeto por las zonas verdes y la conservación del medio ambiente. Nació para ayudar a los demás y ahora se pelea una y otra vez para que, tanto Ayuntamiento como Junta de Andalucía, escuchen sus propuestas y ofrezcan soluciones.
Para Jarczewska, “integrar a todos los residentes extranjeros es un proceso complejo y largo. Sólo es posible si se les da la posibilidad de interactuar y para ello es necesario el compromiso de las administraciones públicas, de todas”, explica. Por eso, se muestra contraria a organizar eventos, galas y otro tipo de espectáculos en los que su colectivo tenga que pagar dinero para integrarse. Ella aboga por que se dote a Marbella, lo antes posible, de un edificio al que los extranjeros puedan acudir y plantear todas sus dudas y cuestiones, propuestas para todos “ya sean extranjeros, españoles, pobres o ricos”.
Su sueño
Su sueño es un edificio de trabajo en el que los inmigrantes puedan hablar de sus problemas laborales como trabajar sin contrato, situación que se da con frecuencia en el término municipal, o tratar otros asuntos que lleven a organizar actividades de ocio y cultura sin coste alguno para ellos. Problemas como el padrón o la participación ciudadana están siempre en su agenda.Su asociación vive con preocupación en estos momentos que en el término municipal, el Ayuntamiento todavía no ha organizado una mesa de trabajo conjunta con la FRAA.
Su fundación no ha sido reclamada para tratar los problemas de residentes extranjeros. “Si no se habla con nosotros”, explica, “es imposible conocer en profundidad nuestros problemas” y por tanto, “no se plantean soluciones”.La FRAA “presta atención a todas las personas sin tener en cuenta su orientación política o religiosa, ofrece información continua a los extranjeros, facilita el intercambio cultural, organiza actividades, galas y conciertos benéficos, y colabora con la juventud extranjera de la Costa del Sol”.
Por este motivo, Jarczewska es muy dura con el delegado de Turismo del Ayuntamiento marbellí, José Luis Hernández, al que acusa abiertamente “de no prestar atención a su asociación y sí a otras” que defienden los intereses de un colectivo de residentes extranjeros con fuerte poder adquisitivo. “No puede haber distinciones”, precisa, “hay que trabajar para todos”. “Nunca surge una propuesta coherente por parte del Ayuntamiento”, lamenta con resignación. “Nuestra asociación siempre tiene sus puertas abiertas buscando la integración de todos. Tienen que hablar con nosotros”.
Y es que su asociación programó una serie de actos en el Teatro Ciudad de Marbella que no contó con todo el respaldo municipal que necesitaba el evento. Jarczewska se puso en contacto con todos los artistas y la Delegación de Cultura cedió el espacio pero no respondió con publicidad. A algunos de estos eventos acudieron pocas personas y el trabajo de toda una fundación no cumplió las expectativas previstas y soñadas.
Entre estos actos, cabe destacar que FRAA organizó “Chopin y Mozart” y “Chopin y su Europa” con el discípulo de B. Kawalla de la Academía Musical de Chopin de Varsovia (una de las más prestigiosas del mundo), Pawel Filek; el “Recital Benéfico de Piano de Yukie Oshimo (pianista japonesa de la Academia Chopín de Varsovia), y “Dos genios y dos pianos” en las que sonaron Bach, Grieg, Milahud, Rachmannov, Ravel o Bizet”. Jarczewska también preparó un concierto especial a beneficio de Aspandem, y trajo al discípulo de Branislawa Kawalla, Maciej Piszek, un cartel de lujo que en algunos casos no consiguió llenar el Teatro Ciudad de Marbella ni recaudar el dinero necesario para ayudar a estas asociaciones.
Pero aún peor, ni siquiera estuvieron presentes representantes de la Corporación municipal cuando a otras cenas, galas y actos, en muchas ocasiones, acuden para hacerse la foto. Ésta es una asignatura pendiente. El Consistorio está obligado a sentarse con Jarczewska y su fundación para escuchar la batería de reivindicaciones y propuestas de un colectivo todavía no integrado en la ciudad con más de 30.000 personas empadronadas.
lunes, 16 de junio de 2008
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