El del sábado en el Arroyo Primero no fue un partido más ni para el Marbella B ni para el Atlético Marbellí. Era un choque entre dos equipos locales con mucha sed de victoria en la que imperó el juego bonito durante los 90 minutos y un árbitro descafeinado con pocas ganas de pitar y ansias por sacar tarjetas y expulsar jugadores, entrenadores. Sólo le faltó el masajista y los presidentes de los equipos marbellíes.El derbi fue un partido bello con un poco de juego duro por ambas partes propio de la categoría, buen fútbol y toque en el que ambos demostraron ser claros merecedores de los tres puntos. Quizás, un poco más el Marbellí, que atacó con más intensidad y llegó con más claras ocasiones de gol.
No obstante, el Marbella B demostró ser un gran equipo con jugadores muy bien colocados en el terreno de juego y con todos los alicientes para dar mucho que hablar en las próximas jornadas.
Nada más comenzar el encuentro el Marbellí de Moñi se echó arriba con una defensa de tres y poco a poco fue acercándose con peligro al área de Unzúe. Pasado el minuto 12 se anuló un tanto al Marbellí por posible fuera de juego, obra de Juanma Acedo. El ambiente se caldeaba en la grada, la gente tenía ganas de goles.
El Marbellí iba con todo al ataque y la defensa del Marbella B, dirigida por Riky, que jugó un gran encuentro, aguantaba los envites a la espera de su ocasión. En los saques de esquina, los de Moñi iban con todo dejando en muchas ocasiones una frágil defensa de tres con su principal estandarte, Salido, dentro del área rival buscando un gol de cabeza.
Con ese juego tan ofensivo del Marbellí, las jugadas del Marbella B llegaban a balón parado o en contraataques rápidos al toque y sin dejar tiempo a la zaga marbellí para reorganizarse.
En aquellos compases del partido Pajares pedía una y otra vez a sus hombres orden en el campo y que no dejarán hueco a Murillo y a Casco que estaban muy crecidos en el choque. Si el Marbella B subía, entonces respondía el Marbellí y el partido se ponía emocionante. No obstante, casi al final de la primera mitad hubo algunos detalles para olvidar. En un salto Salido cayó al suelo al recibir un golpe de uno de los atacantes del Marbella y tuvo que ser asistido. El golpe parecía grave, lo que enfureció a los jugadores de Moñi, la tensión se palpaba en el ambiente. Fue entonces cuando el árbitro comenzó a perder los papeles y lo único que encontró fueron las tarjetas de las que hizo gala durante todo el encuentro sin dejar títere con cabeza.
El colegiado, Ayllón Motto, para que no quede en el olvido, sacó once tarjetas amarillas, expulsó a dos jugadores y al míster de los visitantes.
Todo un rosario de amarillas con las que pretendía tranquilizar un derbi en el que sólo estaban nerviosos el colegiado y los jueces de línea, uno de ellos, con apellido archiconocido en la ciudad, Gil, también para olvidar.
Tanto el Marbellí como el Marbella B lo único que querían era jugar, pero el árbitro paraba una y otra vez el partido sin dejar la ley de la ventaja, cosa que perjudicó seriamente en más de una jugada al Marbella B.
La primera parte acabó con un lanzamiento de falta impecable de Casco, que no entró por una intervención brillante de Unzúe que se golpeó contra uno de los postes por evitar el gol.
Ya en la segunda mitad el colegiado dio toda una clase magistral de cómo no debe nunca pitarse un partido en la Regional Preferente. Con ese ambiente, los de Moñi salieron a por todas y los de Pajares a poner un poco de contención en el medio del campo. El empate era buen resultado, pero el Marbellí se vino arriba y en el 55 una internada de Murillo puso el 1-0 en el marcador. Al delantero se le da bien jugar contra su ex equipo y una galopada magistral la culminó con un tiro raso contra el que nada pudo hacer Unzúe. El gol fue de bella factura y de gran calidad.
Con el 1-0 en el marcador, Roberto se entretuvo en el saque de puerta, un tiempo mínimo que el árbitro aprovechó para lucirse como estrella de un derbi marcado por la deportividad y el buen ambiente entre ambas aficiones. Entonces Moñi gritó al línea que “eso no se pita ni en juveniles, ni en Primera División”. Éste levantó la bandera sin piedad, algo que no gustó ni siquiera al entrenador del Marbella B que en reiteradas ocasiones abogó por evitar la expulsión de su homólogo. Nada pudo hacer, el árbitro lució la roja de nuevo. Poco después hubo más ocasiones de gol, pero sin acierto.
El partido, para el recuerdo, fue apasionante hasta el final con un resultado justo y dos grandes equipos en el terreno de juego, dos goles anulados por fuera de juego y todo un espejo de deportividad que se plasmó tras acabar con abrazos entre jugadores de ambos equipos.
0 Marbella B: Unzué, Polaco, Ivancito, Riki, Patrik, Medel (Alberto min 60), Yiyo (Jorge min 88), R. Boga, Carenote, Borja y Alvaro.
1 Atlético Marbellí: Roberto, Vargas, Chico, Salido, C. Javier, Borja M., Rafa López (Juan Jesús 80), Lechuga (Zaya min 70), Murillo (Esquilachi min 85), Casco (Nico min 75) y Juanma Acedo (Lucas min 77).
Goles: 0-1 min 55 Murillo
Arbitro: Carlos José Ayllon Motto, asistido por Moreno Cañete y por Sánchez Gil, amonestó con tarjetas amarillas a los jugadores: Ivancito, Carenote, Álvaro, R. Boga, Riki y Unzué de la U. D. Marbella, expulsó por doble amarilla a Ivancito en el minuto 80 y a Álvaro en el minuto 86 también de la U. D. Marbella, por el Atlético Marbellí amonestó con amarillas a: Borja M., Rafa López, Chico, Lucas, Nico y Esquilachi, expulsó con roja directa al entrenador del Marbellí, Moñi en el minuto 60
